Es alentador saber que existen empresas que creen en hacer negocios observando y esforzándose al máximo desde una perspectiva de responsabilidad social empresarial. Una de esas empresas que tiene sus raíces en España es El Naturalista, que se dedica al negocio de la fabricación de zapatos. Esta empresa tiene la ventaja de ser originaria de una zona de España que ha sido bien conocida a lo largo de los años por su habilidad para fabricar calzado elegante y a la moda. La empresa ha llevado adelante esta tradición y cada producto que elabora lleva el sello de la excelencia y lo último en artesanía. Tienen una amplia gama de botas, sandalias y zuecos en oferta y las características principales siguen siendo la comodidad y la durabilidad.
Sin embargo, lo que llama la atención de la empresa o la marca es su enfoque en el medio ambiente. En estos días de degradación ambiental desenfrenada por parte de muchas empresas más interesadas en aumentar sus resultados a cualquier costo, El Naturalista llega como una bocanada de aire fresco. La empresa es muy particular sobre las materias primas que utiliza y cómo descarga los efluentes. Ya sea que se trate de productos químicos o empaques, el énfasis está en el uso de materiales biodegradables y reciclables, y la empresa también ha fomentado esa cultura entre todos sus empleados. Por ejemplo, la empresa utiliza piedras de río y cortezas de árboles junto con tintes de fuentes vegetales para sus necesidades de curtido y teñido. Este es uno de los mejores ejemplos de fabricación ecológica en cualquier parte del mundo y El Naturalista puede estar justificadamente orgulloso de su filosofía y compromiso con el medio ambiente.
Otra característica alentadora es su iniciativa filantrópica de devolver un porcentaje de las ganancias obtenidas por la empresa a las personas menos privilegiadas. Apoyan las iniciativas de la comunidad mundial para construir instituciones educativas, instalaciones sanitarias en África, etc. La empresa cree en un ‘Código de conducta’ que supervisará cada aspecto de sus actividades de abastecimiento, fabricación y marketing para garantizar que se realicen en forma legal y en consonancia con altos estándares éticos. Verdaderamente, estas son cosas que la mayoría de las otras compañías harían bien en emular y seguir.
El Naturalista también ha implementado muy buenas iniciativas de derechos humanos, como no emplear mano de obra infantil, no discriminar a nadie solo porque pertenece a una raza o cultura en particular o incluso a una orientación sexual. La empresa también cuenta con un ambiente de trabajo muy seguro y saludable que promueve la libertad de pensamiento y expresión. No es de extrañar que los empleados felices y saludables contribuyan voluntariamente al crecimiento de la empresa.
La compañía ha seleccionado la rana como emblema de su marca y muy apropiadamente. La rana es verdaderamente un anfibio que valora tanto la tierra como los cuerpos de agua. Los clientes que compran la marca El Naturalista pueden estar orgullosos de su decisión de haber elegido apoyar una marca que sigue prácticas estrictas de ética y conservación del medio ambiente y que, de hecho, dice mucho para cualquier empresa en los tiempos de hoy.