Cuando el algoritmo de Prueba de Trabajo (PoW) de Bitcoin no era tan difícil de resolver, los primeros usuarios de este protocolo podían minar bitcoins desde sus PC y laptops, de manera individual.
Hoy en día las «granjas» de minería de bitcoin consisten en enormes galpones y hasta contenedores comerciales, que albergan decenas de equipos que generan altos niveles de ruido y calor.
Sin embargo, desde hace unos años la minería de Bitcoin se realiza en equipos altamente especializados, conocidos como ASIC (Circuito Integrado de Aplicación Específica), hardware que tiene a empresas como Bitmain, MicroBT y Canaan entre sus principales fabricantes.
Además, los usuarios ya no pueden minar bitcoins de manera individual, debido a la enorme competencia en el poder de minado o tasa de hash (hash rate), que se distribuye entre diversos actores alrededor del mundo.
Por tanto, los mineros tienen que sumarse a los denominados pools de minería, para que con que el poder de todos los participantes, logren confirmar bloques de manera regular y obtener bitcoins por esta actividad.
