¿Qué significa ser consciente espiritualmente?

Ser espiritualmente consciente simplemente significa que uno es más hábil para escuchar y nutrir la naturaleza de su espíritu. De acuerdo, es una descripción vaga, pero permítanme compartir una historia con ustedes que puede ayudarlos a comprender qué es la conciencia espiritual desde una perspectiva personal.

Me he casado dos veces, la primera vez mi matrimonio fue anulado ya que solo duró 6 meses y tenía algunos problemas profundamente arraigados que resolver. Pero antes de la boda y durante ella, tenía serias dudas sobre si estaba haciendo lo correcto o no. Había algo en mis entrañas que me decía que no estaba haciendo lo correcto. La importancia de este sentimiento, me doy cuenta ahora, es que honestamente no tenía idea de lo que necesitaba en la vida. La razón por la que no tuve orientación fue que realmente no sabía quién era yo. Durante la mayor parte de mi vida me había resistido a cualquier relación emocional real con los demás por miedo. Esta resistencia a la relación íntima surgió de una relación no íntima que tenía conmigo misma. Para ser realmente conscientes de lo que queremos y necesitamos de la vida, debemos comenzar con la autoconciencia y el conocimiento.

La mayor parte de mi vida la pasé tratando de hacer felices a los demás, lo que a su vez se tradujo en mi felicidad. O eso pensé. Este tipo de personas se conocen como personas complacientes; tratamos de complacer a todos por miedo al rechazo. En pocas palabras, nuestra autoestima depende de nuestra visión percibida de cómo nos ven los demás. Cada vez que colocamos la autoestima como responsabilidad de los demás, estamos obligados a necesitar más y más y eventualmente nos abandonarán o nos lastimarán. Peor aún, a menudo saboteamos las relaciones para cumplir con nuestra visión poco realista de nosotros mismos y validar así lo que temíamos en primer lugar; rechazo.

Después de mi matrimonio fallido, pasé los siguientes dos años trabajando en mí mismo y evitando relaciones serias. Me comprometí a aprender quién era realmente, a desarrollar una conciencia espiritual y el resultado fue saber lo que realmente necesitaba para ser feliz. Como resultado de este proceso, puedo ver mis motivos y emociones como realmente son en la mayoría de las situaciones. También soy consciente de que tengo todo lo que necesito para ser feliz conmigo mismo y mi felicidad no depende del amor y la aceptación de los demás. Por el contrario, mi vida se ha vuelto más llena de amor y aceptación desde que descubrí esta gran conciencia.

Rate this post